San Juan en Éfeso
Juan fue uno de los doce apóstoles de Jesús y el mismo Jesús lo llamó “el Hijo del Trueno”.
Según los apóstoles, las grandes ciudades como Éfeso, Esmirna y Laodicea les ayudarían a difundir la nueva religión en el mundo occidental. Se acepta que Juan llegó a Éfeso junto con la Virgen María que le había sido confiada, por primera vez. El Evangelio de Juan dice que “Cuando Jesús en la cruz vio a su madre y al discípulo a quien amaba de pie junto a ella, dijo a su madre: 'Mujer, aquí tienes a tu hijo' y luego dijo al discípulo: 'Aquí está tu madre'. '. Desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa y nunca más se separó. (Juan 19:26-27)
La primera comunidad cristiana en Éfeso fue establecida por San Juan. En el año 64, después de que San Pablo fuera decapitado fuera de las murallas de la ciudad de Roma, Juan volvió a ser el líder de la comunidad eclesiástica de Efesios.
A pesar de su avanzada edad, San Juan recorrió Asia Menor junto con San Pedro para difundir el cristianismo. Lo intentaron matar dos veces; Le dieron un vaso de bebida venenosa pero con un milagro el veneno salió en forma de serpiente cuando San Juan estaba listo para beberlo y además fue exiliado a la isla de Patmos donde escribió su Apocalipsis. En el año 95 EC regresó a Éfeso y comenzó a escribir su Evangelio. San Juan murió en Éfeso y según su testamento fue enterrado cerca de Éfeso. Todas sus palabras y su Evangelio siguen vivos hoy.
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